Tu Fortuita Presencia

Se encontraron caminando, sintiendo dentro del pecho lo que con la mente no pudieron.

Teniendola en la inmensidad de 23 segundos él ya se sentía todo un trotamundos.

Ella por su parte nada le importaba, tan sólo quería tenerle.

Saben darse una sonrisa sabiendo que uno del otro ya está preso, como buscando el indicado comento para darse el próximo beso.

Calma mis más inclementes decisiones con tus susurros azarosos, te espero con un cariño nada hostil, sin sentimientos adversos.

Tratame cómo quieras pero recuerda que jamás seré (aunque por obligación fuera) tu antagonista.

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